Editorial

Asume Milei: franqueza ante la crisis

  • T+
  • T-

Compartir

En Argentina -como lamentablemente en demasiadas democracias- los políticos suelen llegar al poder prometiendo tiempos mejores, por improbables que sean, no advirtiendo sobre las duras dificultades por venir, aunque sean inevitables. Ayer, en su primer discurso como Presidente de Argentina, Javier Milei, optó por lo segundo, continuando así la línea de toda su campaña: los cambios que necesita el país para recuperar la senda del progreso son muchos y muy difíciles, incluso dolorosos, porque “100 años de fracaso no se deshacen en un día”.

Para impulsar su agenda de cambios, Milei necesitará un arsenal más amplio y sofisticado que su coloquial eslogan sobre la libertad.

Central en su mensaje fue la idea de que Argentina enfrenta un muy desafiante escenario financiero, tal vez sin precedentes, incluso para un país con el atribulado historial trasandino ante organismos internacionales y acreedores privados: “Ningún gobierno ha recibido una herencia peor que la que recibimos nosotros”, sentenció el nuevo mandatario. Fue igualmente tajante sobre lo que ello significa (“sabemos que será duro […], sabemos que en el corto plazo la situación empeorará”) y su propuesta para hacerle frente (“no hay alternativa al ajuste y al shock”).

La forma que tomará ese shock, plagado de riesgos tanto económicos como políticos, es justamente lo que genera dudas, sobre todo a la luz del corte radical de varias propuestas de Milei en su campaña. Que parezca haber tomado cierta distancia de algunas de ellas -como dolarizar la economía, por ejemplo-, no implica un menor sentido de gravedad y urgencia sobre los cambios que se necesitan, sino más bien una concesión al realismo político de ser un gobierno sin mayoría.

Con todo, es indudable que Milei recibe un país sumido en una profunda crisis económica y social que la alternativa oficialista derrotada en las urnas sólo garantizaba agravar y prolongar. Ahora enfrenta la compleja tarea política de iniciar cambios institucionales que muchos argentinos saben (o intuyen) que el país necesita, pero cuyas repercusiones les causan inquietud e incluso temor. Para tener éxito, Milei necesitará un arsenal más amplio y sofisticado que su coloquial eslogan sobre la libertad.

Lo más leído